Cuando los niños se comportan de un modo inadecuado, los padres han de saber cómo responder. Los niños necesitan reglas y necesitan saber qué se espera de ellos para poder aprender a comportarse adecuadamente. Pero muchos padres se preguntan cómo deben enseñarles a sus hijos dichas reglas y qué deben hacer cuando los niños las quebrantan.
Considero, que en primer lugar, los padres han de hablar a solas sobre las reglas que desean que cumplan sus hijos, tanto la madre como el padre transmitan a sus hijos el mismo mensaje y esperen de ellos los mismos modos de comportamiento. Si cada uno les enseña normas diferentes, los niños estarán confudidos respecto al modo más apropiado de comportarse y tendrán un comportamiento más inestable.
Es importante ver la disciplina como un modo de enseñar y no como un castigo. Las normas establecidas en casa los ayudarán a mantenerse seguros y a conocer la diferencia entre lo que está bien y lo que está mal. Ambos padres e hijos deberían decidir juntos cuáles serán las consecuencias y las recompensas. Cuando tu hijo siga las normas, dile que te sientes contento por ello, que se ha comportado muy bien.
Si dos de tus hijos se pelean por ver un determinado programa de televisión, apaga la tele. Si un niño derrama su vaso de jugo en la mesa porque está jugando con sus juguetes en ella en vez de comer, haz que limpie lo que ha manchado. No hagas comentarios que puedan herir su autoestima, como "eres tonto" o "no haces nada bien". Esos comentarios son perjudiciales y además no son necesarios para enseñarles.
Otra consecuencia que puede ser útil consiste en suspender o eliminar algún privilegio. Por ejemplo, si tu hijo quiere jugar en lugar de hacer las tareas del jardín, quítale aquellos juquetes durante unos pocos días o no lo dejes hacer algo especial, como ver la televisión.
Cuando los padres educan a sus hijos de una manera efectiva y adecuada, los niños son más equilibrados, tienen un mayor autocontrol y mayor confianza en sí mismos. No se necesita recurrir al castigo físico, sino, establecer normas claras y sencillas desde el inicio. Los padres y madres eficaces escuchan a sus hijos, razonan con ellos y tienen en cuenta lo que ellos dicen y sienten, incluso aunque no estén de acuerdo con ellos.
Galita E. Díaz Campos
Interna de Psicología
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