No hay madre a la que le guste ver a su pequeño sufrir… Pero debes recordar que a veces es mejor un pequeño golpe el día de hoy que inculcar sentimientos de inseguridad en los niños. Los raspones se curan en un par de días, pero la inseguridad puede acompañarlos por muchísimos años…
Es muy importante ver en la práctica cómo la mamá (o quién cuida al niño) lo agarra, lo carga, porque es en la práctica donde se ve lo que realmente está pasando y te das cuenta que de alguna manera los hechos contradicen a los que los padres piensan sobre el propio trato hacia sus hijos.
Cuando estamos frente a un niño sobreprotegido, generalmente un niño más grandecito, vemos muchos miedos: no ha construido su estrategia de acción entonces él no confía en sí mismo y depende del otro. El “otro” (pueden ser los padres) está tan metido en el niño, dentro de su mundo, que el niño no tiene su propio yo y en ante una situación necesita del otro y lo que gana es el miedo… y el miedo es sufrimiento, fragmentación, es angustia. La seguridad del niño consiste en sentirse integro y estar satisfecho porque él mismo construyó está unidad con ayuda de un adulto.
En resumen, la sobreprotección conduce a un niño frágil, inseguro que siempre está demandando la atención del otro porque así se formó.
Entonces nosotros como padres tenemos que estar listos para ayudar a un niño sobreprotegido buscando que haga cosas por sí solo.
Presentado por:
Ana C. Alvarez Quiroz
Interna de Psicología
Área Educativa
Tienes toda la razón, hay que enseñar a los niños a defenderse...
ResponderEliminar